miércoles, 27 de abril de 2011

poliamor místico


¿cómo amar solo a una encarnación de la divinidad?

¿cómo concebir que existe sólo una encarnación de Dios?

¿sólo un Cristo, sólo un Ungido, sólo un Mesías, sólo un Redentor?

lunes, 25 de abril de 2011

descreación

la implacable necesidad
la miseria
el desamparo
el aplastante peso de la estrechez y el trabajo agotador
la crueldad
las torturas
la muerte violenta
la coacción
el terror
las enfermedades
—todo eso es el amor divino


es Dios quien por amor se retira de nosotros con el fin de que podamos amarle


porque si estuviéramos expuestos a la irradiación directa de su amor
sin la protección del espacio
del tiempo
y de la materia
nos evaporaríamos como el agua al sol


no habría suficiente yo en nosotros 
como para abandonar el yo por amor


la necesidad es la pantalla puesta entre Dios y nosotros 
para que podamos ser


a nosotros nos corresponde atravesar esa pantalla para dejar de ser


Simone Weil. La gravedad y la gracia.

jueves, 21 de abril de 2011

clorofila

El hombre tiene en el exterior la fuente de la energía moral, como ocurre con su energía física (alimento, respiración). Como normalmente la encuentra, le parece que —igual que en el ámbito de lo físico— su ser lleva en sí el principio de su conservación. Sólo la privación hace que se sienta la necesidad. Por eso, en caso de privación no puede dejar de orientarse hacia algo que sea comestible.
Un único remedio para ello: una clorofila que permitiera alimentarse de luz.


No juzgar. Todos los defectos son iguales. No hay más que un defecto: carecer de la facultad para alimentarse de luz. Puesto que abolida esa facultad, todos los defectos son posibles.
"Mi alimento consiste en hacer la voluntad del Aquél que me envía" (Jn, 4, 34).
No existe ningún otro bien al margen de esa facultad.


Simone Weil. La gravedad y la gracia.