jueves, 26 de junio de 2008

Resurrección

La encarnación del espíritu es un proceso de una inconcebible pureza que realiza el fenómeno de la eternidad en la carne humana. Al encarnarse, Dios ha debido sufrir todos los procesos de transformación de la carne. De niño de pecho, pasa a hombre maduro. Al mismo tiempo, comienza a comprender y a conocer su creación desde dentro. Al principio, él dio vida con su soplo divino y dictó todas las leyes; luego dejó a su creación evolucionar sola, puesto que ésta poseía un libre albedrío.
Al encarnarse, se da al proceso corporal y Cristo lo vive totalmente. Conoce sus huesos, su médula, su bazo, sus glándulas, cada circunvolución de su cerebro. Asiste al nacimiento y a la muerte de cada una de sus células. Conoce al acto de alimentarse y el de digerir, siguiendo cada etapa de la transformación de la materia con una acuciosidad extraordinaria. Tiene la experiencia del dolor. Este dolor no se acompaña con sufrimiento: es el de un ser humano en plena posesión de su conciencia. La observación de su propio dolor es incluso gozosa, ya que Él tiene el placer de experimentar esa sensación. En seguida, asiste a su muerte. Él, la luz y la vida, Él, que es como un diamante indestructible, rinde el espíritu voluntariamente porque, además de Sí mismo, nadie puede matarlo.
Cristo se presta a ese juego, a esta mascarada que llamamos "muerte" y que no es sino una transformación. Durante tal etapa, se separa de su cuerpo humano. Realiza la dualidad: deja a José cargar esa materia inerte, y sin embargo, él está ahí en toda su potencia.
Lo conducen a una tumba para que su cuerpo se descomponga y , en el frío y la oscuridad, Cristo asiste a la descomposición de su cuerpo sin descomponerse Él mismo, en tanto que puede atravesar la eternidad y el infinito. Cuando se ha separado completamente de su carne, cuando no tiene ya ninguna ligadura entre su conciencia y su materia, se introduce de nuevo en su envoltura humana y la embebe por completo de su poder y su conciencia. Rechaza irrevocablemente la dualidad, al decidir que la carne y el espíritu sean uno. Con un amor interminable entra, poco a poco, en cada una de sus células y otorga el infinito, la plasticidad y el cambio eterno a cada una de sus formas. Está dicho que Él nunca más tendrá una forma precisa: ni en el pensamiento, ni en el corazón, ni en el sexo, ni en el cuerpo. Se otorga todas las posibilidades de la materia. Se da la posibilidad de deshacerse en átomos para atravesar muros y recomponerse en seguida. Se da la posibilidad de cambiar de forma y de colores como los cefalópodos y el camaleón. Puede desintegrarse y reintegrarse a voluntad.
Cuando su conciencia ha embebido por completo su materia, la dualidad ya no existe. Es un ser nuevo, un ser de luz que sin embargo está hecho de carne y hueso.

Alejandro Jodorowsky, Evangelios para sanar.
Resurrección de Matthias Grünewald detalle del Retablo de Isemheim
Resurreción de Eric Gill

domingo, 22 de junio de 2008

kundalini

Las dos serpientes, que en esta ilustración tántrica simbolizan la energía cósmica, enrollan sus cuerpos en torno a un lingam invisible. La manifestación microcósmica de esta energía universal la llaman los hindúes kundalini. El flujo vital de la kundalini asciende a lo largo de la columna vertebral por el delicado canal central llamado susumna, hasta el centro del cerebro. Ala izquierda de éste último se halla el canal lunar, ida, y a la derecha, el canal solar, pingala. Los tres canales confluyen en la zona de las cejas, ajna (tercer ojo).

Bosohli, hacia 1700

Tantra


Según la doctrina tántrica, la verdad última consiste en la total penetración de Shiva y Shakti, de la energía masculina y femenina, de Pursha (forma) y de Prakriti (materia). Shiva, el triángulo con uno de los vértices hacia arriba, encarna el aspecto estático de la más lata realidad; Shakti, el triángulo con uno de los vértices hacia abajo, la energía cinética del universo sensible.

Mandala de Vajravarahi, Tíbet, s. XIX

lunes, 16 de junio de 2008

María, soberana

Santo Tomás de Aquino afirmó "Etimológicamente, María significa interiormente iluminada". Hace falta, pues, describir en qué consiste una persona en tal estado, con objeto de saber lo que representa, para nosotros, convertirse en una María. Estar "iluminado" equivale a eliminarse en cuanto ego, es decir, que nada del ego debe restar en nosotros. En este sentido, iluminarse es eliminarse. María también quiere decir "iluminadora de otros". Estar eliminado (iluminado) significa eliminar al otro en el sentido de eliminar su dolor. (...)
Más adelante, Santo Tomás añade "El nombre de María significa soberana". Es evidente: a través del hecho de desaparecer, uno comienza a mandar. El verdadero soberano es aquel que no existe en cuanto ego, sino en cuanto canal: canal de la esencia. Es decir, en cuanto servidor de Dios.
Santo Tomás digo que María significa también "estrella de mar". Esto es muy hermoso: somos una estrella en mitad del océano. Esta estrella guía a los viajeros perdidos. Cada vez que estemos extraviados, nos bastará con buscar la estrella capaz de guiarnos. Tal estrella es el don de nuestra carne, porque si hay algo importante en María, es desde luego el hecho de que ella sea en carne y hueso, que posea sangre y corazón.

Alejandro Jodorowsky, Evangelios para sanar

sábado, 14 de junio de 2008

Eva

La gran heroína de nuestro mito o de nuestra religión es Eva. Adán vivía indiferente en el Edén, brincoteando como un niño pequeño. Si hubiera permanecido ahí, hoy estaríamos en el paraíso, ni más ni menos inteligentes que unos gorilas. Nada habría pasado. Sin embargo, Eva deseó ser inteligente: fue ella quien hizo el movimiento hacia el despertar cuando escuchó a la serpiente, es decir obedeció la llamada del intelecto. Sin ella no habría habido caída y sin ésta no habría existido una ascensión. Sin Eva, María no habría existido, puesto que María equivale a su realización.

Cuando veneramos a María deberíamos también rendir homenaje a Eva y comprenderla. Si un día se realiza la toma de conciencia colectiva, será gracias a ella. Eva comió del árbol del conocimiento e hizo bien. Ahora llegamos al fin de ese árbol y debemos comer del árbol de la eternidad. Según el mito o la religión, debemos morder el fruto de la eternidad. Alcanzaremos lo eterno. Gracias a Eva, gracias a la serpiente. ("¡Oh alma, que haces de tu caída una ascensión!" dice el Dibouk, una pieza de teatro yiddish.)

Evangelios para sanar, Alejandro Jodorowsky

La esencia de la masculinidad
















La esencia de la feminidad



martes, 10 de junio de 2008

Las lesbianas no somos mujeres

Las lesbianas no somos mujeres.
No estamos implicadas en la matriz heterosexual que produce la diferencia sexual como una diferencia de poder.
Monique Wittig

Redención

Alquimia es el arte de liberar partes del cosmos de su existencia temporal y alcanzar la perfección que para los metales es el oro y para el hombre la longevidad, luego la inmortalidad y finalmente la redención.
H. J. Sheppard

domingo, 8 de junio de 2008

María


La más fuerte, la más sabia, la más bella. La que pudo albergar en su vientre el infinito. La que fabricó cada célula de la divinidad. La que lo alimentó con su sangre y con su perfecto amor. La que con su vagina acarició cada milímetro del cuerpo del Cristo y así lo sacralizó. Dios está hecho de su carne.

miércoles, 4 de junio de 2008

Despertares


¿Cómo ocurriría? No veo a Beatriz Preciado acudiendo al café "Les Temeráries" para que Alejandro Jodorowsky le lea el tarot ¿Qué le preguntaría? ¿si Virginie Despentes tiene una aventura con King Kong? No, no me lo imagino. ¿Iría entonces Jodorowski a uno de los talleres postpornográficos de B.P.? Eso es más probable. El teatro pánico entraría entonces en el flujo sanguíneo de la filosofía punk. Pero pensando en que A. J. hace tiempo que superó esa etapa de experimentación teatral también se me hace difícil esa posibilidad. ¿Alguien les presentaría? Quien sabe. Para mi fue un impacto verles a los dos juntos en esta, para mí, mítica entrevista. Creo que tienen más cosas en común de lo que parece a simple vista.

He recopilado algunas similitudes.

Para los dos la filosofía es una estructura inicial que es necesario desbordar:
B. P.: "La filosofía de esta alta modernidad punk solo puede ser autoteoría, experimentación de sí, autopenetración, pornología."
A. J.: "La filosofía me hizo plantearme preguntas que luego tuve que resolver por medio de otras disciplinas."

Los dos son maestros de ceremonias (magia psicopolitica-psicomagia):
B.P.: "Hay en el proceso de devenir performativamente hombre del taller drag king una dimensión de ritual de magia psicopolítica a la que no pude sustraerme, que me cautivó desde el principio y que me llevará a convertirme con el tiempo, en maestro king de ceremonias."
A. J.: "En el momento que hacemos algo que nunca hemos hecho, ya estamos en el camino de la curación. Hay que romper las rutinas. Yo voy al revés que Freud: tomo lo racional y lo vuelco al lenguaje de los sueños, introduciendo los sueños en el lenguaje de la realidad. Los actos psicomágicos equivalen a construir sueños en la realidad."

Sustancias psicoactivas como los alucinógenos son para A. J. formas artificiales de conocer otros niveles de conciencia. Para B. P. las hormonas, en concreto la testosterona, se convierte en una droga política, una forma de despertar del "sueño del los géneros binarios".
A.J. piensa que cada tradición construye biología imaginaria que funciona. B. P. participa en la construcción del imaginario de una nueva biología.

A. J.: "Poner en juego esta magia exige mucha audacia, también pureza y un profundo trabajo con uno mismo". Una ascésis similar hace falta para realizar un taller drag king, si cambiamos pureza, que es una palabra peligrosa, por una suerte de inocencia.
B. P.: "Abogo por la creación de una nueva práctica que en lugar de entender la disidencia de género como una patología psicológica, entienda la normalización y sus efectos como patologías políticas".
También A.J. se refiere a las enfermedades como malformaciones estructurales, del pensamiento, de la ideología, de la tradición, aunque su visión es más personal o transpersonal.

Dos caminos.
Podemos pensar que uno pretende un desperar espiritual, otro conduce a un despertar político.
A mí me parece que son compatibles. Hemos tenido ya suficiente política desalmada.

Fragmentos citados:
Beatriz Preciado, Testo yonqui. Espasa Calpe, Madrid, 2008.
Alejandro Jodorowsky, Psicomagia. Siruela, Madrid, 2004.
Entrevista:

domingo, 1 de junio de 2008

Testosterona y Nocilla

Dice B. Preciado que el filósofo actual tiene que salirse del ámbito que se considera filosófico, salir y experimentar las teorías con su propio cuerpo.
Desde la literatura A. Fernández Mallo cuenta como antaño el autor escribía desde la intimidad y que después hacía esa intimidad visible al mundo, es el mito romántico de la creación; hoy el poeta toma los materiales directamente del mundo (información en bruto) y los maneja en una intimidad que luego emite.
Les veo encontrándose. Al filósofo saliendo de la rueda racionalista y asesina, y al poeta saliendo de su ensimismamiento romántico. Se encuentran con sus cuerpos, quizá sus pieles no se toquen eso no importa. Puede que B. se folle con su dildo de rebajas a A.F.M., puede que penetre repetidamente su sensible carne de pixel.
Se encuentran que es lo que nos interesa. Con sus cuerpos. Rompiendo géneros: femeninos, masculinos, literarios, todos.