lunes, 16 de junio de 2008

María, soberana

Santo Tomás de Aquino afirmó "Etimológicamente, María significa interiormente iluminada". Hace falta, pues, describir en qué consiste una persona en tal estado, con objeto de saber lo que representa, para nosotros, convertirse en una María. Estar "iluminado" equivale a eliminarse en cuanto ego, es decir, que nada del ego debe restar en nosotros. En este sentido, iluminarse es eliminarse. María también quiere decir "iluminadora de otros". Estar eliminado (iluminado) significa eliminar al otro en el sentido de eliminar su dolor. (...)
Más adelante, Santo Tomás añade "El nombre de María significa soberana". Es evidente: a través del hecho de desaparecer, uno comienza a mandar. El verdadero soberano es aquel que no existe en cuanto ego, sino en cuanto canal: canal de la esencia. Es decir, en cuanto servidor de Dios.
Santo Tomás digo que María significa también "estrella de mar". Esto es muy hermoso: somos una estrella en mitad del océano. Esta estrella guía a los viajeros perdidos. Cada vez que estemos extraviados, nos bastará con buscar la estrella capaz de guiarnos. Tal estrella es el don de nuestra carne, porque si hay algo importante en María, es desde luego el hecho de que ella sea en carne y hueso, que posea sangre y corazón.

Alejandro Jodorowsky, Evangelios para sanar

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